«Una buena gestión del talento y un buen plan de formación son claves en la empresa»

Este artículo lo escribí y se publicó originalmente en el blog Think Big Empresas de Telefónica: “Una buena gestión del talento y un buen plan de formación son claves en la empresa“ – Think Big Empresas

Recientemente he tenido ocasión de entrevistar a Felip Bonilla, director de LIDlearning, la división de formación de la editorial LID, especializada en libros de empresa, y hablamos sobre la transformación digital de las organizaciones, las nuevas capacidades que necesitan los profesionales para afrontarla con éxito y del sector de la formación empresarial en general.

-¿En qué áreas de la empresa crees que está impactando más el proceso de transformación digital?

Si bien tradicionalmente los cambios han sido más impactantes en marketing y ventas, la transformación digital afecta transversalmente a toda la compañía, ya que la tecnología asociada a los nuevos procesos y modelos digitales se está imponiendo en toda la cadena de valor.

-¿En qué medida la tecnología está cambiando la forma en la que trabajamos?

Hay varios aspectos que hacen que la tecnología tenga un fuerte impacto en nuestra manera de trabajar. Uno de ellos es la productividad, gracias a la cual podemos hacer más cosas con menos tiempo y menos recursos. El segundo factor es la aparición de nuevas competencias para el trabajador, como el manejo de documentos digitales, la búsqueda de información en red o la necesaria seguridad de la información, por ejemplo. Y, por último, la tecnología también afecta a la cultura de la empresa y al concepto de trabajo, y resulta cada vez más difícil separar vida personal y la profesional.

-Se habla mucho de la experiencia de empleado como una forma de atraer y retener talento, ¿en qué consiste y por qué es tan importante para los departamentos de Recursos Humanos?

Efectivamente es un factor clave que ayuda a las empresas en su proceso de transformación digital. LID Editorial publicó en 2015 “50 casos de éxito en experiencia de empleado”, del que habéis escrito en A un clic de las TIC , donde se explicaba que la experiencia de empleado es la evolución natural de la función de Recursos Humanos, y se destaca además la importancia de una metodología que ponga al empleado en el centro de la empresa, al igual que se hace con el cliente a la hora de hablar de experiencia de usuario, pero esta vez tratando de desarrollar y fidelizar el talento de los profesionales.

-Mi área de especialización es la tecnología de comunicaciones unificadas y colaboración y siempre decimos que la colaboración es un factor diferenciador y muchas veces infrautilizado en las empresas, ¿cómo se pueden desarrollar “competencias de colaboración” que vayan más allá del despliegue de una u otra herramienta?

Cada vez hay más herramientas que tienen un enfoque colaborativo, desde las intranets a las redes sociales. Las empresas están en diferentes estadios de implementación de las mismas, pero las herramientas por sí solas no son garantía de colaboración, hace falta también una cultura adecuada y crear espacios colaborativos en los que se fomente la interacción entre personas. En este sentido, hay programas formativos que ayudan a desarrollar las competencias del empleado para trabajar de forma colaborativa y compartir el conocimiento, aprovechando todos los recursos que la empresa pone a su disposición.

-Últimamente se habla mucho de la inteligencia artificial y el impacto que tendrá en el futuro del trabajo, ¿qué opinas?

La inteligencia artificial cambiará la manera en que nos relacionamos con las máquinas y eso va a tener un gran impacto para un gran número de profesiones. Respecto a si a medio y largo plazo ésta y otras tecnologías crearán o destruirán puestos de trabajo, hay un gran debate y los expertos no se ponen de acuerdo, pero lo que sí es seguro que las profesiones y las competencias profesionales cambiarán. Ya lo están haciendo. Desde mi punto de vista considero que la sociedad debe velar para que los beneficios de la tecnología lleguen a todas las personas y para ello se deberán impulsar los cambios sociales necesarios. La innovación tecnológica debe conllevar también una innovación social.

-¿Estamos preparados los empleados para este futuro?

Creo que estamos desorientados, recibimos mucha información sobre cambios tecnológicos. Los avances tecnológicos son constantes, pero no son cambios que vayan a suceder de un día para otro. Por ello, tenemos tiempo si queremos prepararnos y formarnos para trabajar en las empresas del siglo XXI. Si una empresa hace una buena gestión del talento y tiene un buen plan de formación, podrá aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y acometer proyectos innovadores que su negocio necesita.

-¿Qué capacidades recomiendas que desarrollen los empleados y cómo?

Nosotros trabajamos con el modelo de competencias digitales definido por la Comisión Europea en la Agenda Digital Europea 2020. Yo establecería tres niveles de competencias digitales: la capacitación digital básica es la que nos permite participar del mundo laboral y hacer uso de las nuevas tecnologías en la sociedad (comprar por Internet, buscas trabajo online, hacer gestiones públicas, compartir proyectos con mis compañeros de profesión, etc.); la especialización digital es la que nos permite que seamos expertos en nuestra profesión (manejar software avanzado, disponer de conocimientos como especialistas, etc.); y el conocimiento multidisciplinar, que debe enriquecer nuestra especialización anterior y facilita la adaptación a nuevos cambios tecnológicos.

-¿Qué importancia otorgas a la formación continua?

Es fundamental para que los empleados se adapten a los cambios y sean profesionales de referencia. LIDlearning ofrece formación executive, dirigida a personas de 30 a 50 años que cuentan experiencia profesional y titulación universitaria, pero que tienen interés en formarse en competencias digitales, nuevas tecnologías y metodologías de innovación.

Me gustaría hacer una reflexión más profunda y es que tal vez no tenga sentido el modelo actual en el que los universitarios se incorporan al mercado laboral con 25, 28 y 30 años, después de haber conseguido su licenciatura o un doble grado, más un máster más un curso experto en… Todo ello sin acreditar experiencia profesional alguna.

Si vamos a un mercado laboral en el que se nos pide a los profesionales que actualicemos nuestros conocimientos periódicamente, seguramente sea mejor que programemos nuestra formación a lo largo de toda nuestra carrera y no la concentremos toda cuando tenemos veintitantos años.

-¿Cómo impacta todo este proceso de digitalización en el sector de la formación y en los contenidos que se desarrollan?

Quiero destacar tres ideas en este sentido:

-La formación fue uno de los sectores que primero empezó a digitalizarse, pero lo hizo de la mano de tecnólogos y no de pedagogos, por eso, quienes tuvimos ocasión de probar el eLearning en torno al año 2000, sentimos que no cubría los objetivos educativos esperados. Eran años de animaciones flash, avatares, voces en off… Un envoltorio atractivo para un contenido pedagógico pobre. Ahora el eLearning que destaca lo hace con contenidos de calidad y aplicando metodologías de aprendizaje innovadoras (learning by doing, “gamificación”, blended learning…).

-Un segundo aspecto que define el sector de la formación online es que no existe un mercado de contenidos, como sí existe en el sector de la música, el audiovisual o el sector editorial. En la formación online todavía existen silos de información que no se comunican y empresas que desarrollan contenidos ya desarrollados por otras empresas, simplemente porque desconocen su existencia o si lo conocen no existe un mercado en el que adquirir sencilla y legalmente dichos contenidos.

-Y, por último, la digitalización está  impactando en la convergencia entre la formación digital y la presencial. Estamos en un momento en el que ya no tiene sentido diferenciar entre una y otra, a nosotros nos gusta hablar de digital learning, que significa utilizar todas las herramientas disponibles, presenciales y no, en beneficio de la formación.

Imagen: Jason Taellious

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